Yoga Aéreo y mareo
- 3 abr
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La práctica del yoga aéreo es excepcional para aumentar la flexibilidad, la fortaleza y la sensación de relajación; sin embargo, algunas personas se marean o tienen náuseas durante la práctica. Esto generalmente sucede como resultado de las posturas invertidas, los giros, el balanceo del columpio, que pueden influir en el sistema vestibular del oído interno, que es el encargado del equilibrio, por impaciencia o por miedo.
La falta de paciencia puede jugar un papel importante. Cuando una persona desea aprender de manera acelerada las posturas, los movimientos del yoga aéreo, la frustración o la inquietud pueden intensificarse, lo cual puede llevar al mareo. Este estrés adicional puede influir en la respiración, provocando que la persona se sienta más tensa o incluso confundida.
El miedo puede provocar mareos, especialmente en actividades como el yoga aéreo, donde se trabaja con posturas poco habituales y en altura.
Esto sucede porque el miedo activa la respuesta de “lucha o huida” en el cuerpo, lo cual puede influir en la respiración, aumentar la tensión muscular y alterar el equilibrio interno. Así mismo, el miedo puede aumentar la sensación de inseguridad o movimiento, lo que a su vez intensifica la sensación de mareo.
Aquí hay algunos consejos para evitar estos síntomas:
Evitar comer mucho antes de la clase: Se recomienda no comer en exceso y optar por comidas ligeras, para minimizar el malestar estomacal.
Tomar descansos frecuentes: Si sientes náuseas, es útil hacer pausas y regresar a la posición vertical durante unos momentos.
Entrenar el equilibrio gradualmente: Con el tiempo, el cuerpo puede adaptarse a estas sensaciones si se practica regularmente.
Hidratación: Mantenerse bien hidratado ayuda a reducir los síntomas del mareo.
·Incrementar la confianza gradualmente: Comenzar con movimientos más sencillos y progresar poco a poco puede hacer que te sientas más seguro.
Enfoque mental positivo: Repetir frases de afirmación como “puedo hacerlo” o visualizarte disfrutando la actividad puede aliviar el miedo.
Movimiento lento: Realizar las posturas con control, despacio.
Recordar que es un viaje, no una carrera: Cada pequeña mejora cuenta como un paso hacia adelante.
Establecer metas realistas: Fijarse metas pequeñas puede reducir la presión de querer hacerlo todo perfectamente desde el inicio.
Practicar la autocompasión: Ser amable contigo mismo frente a los errores o los desafíos es vital.
Usar la respiración como ancla: La respiración consciente ayuda a relajar la mente y mantenerse presente, algo esencial para evitar el estrés.

Con el tiempo, el cuerpo y la mente pueden adaptarse a los retos del yoga aéreo.
*Si los mareos persisten puede ser útil consultar con un médico para asegurarse de que no hay problemas subyacentes.




